Recuerdo un día en mis primeros años en Esade. Antes de entrar en clase y tomando un café le dije a mi jefa “¿Sabes? Me lo paso tan bien aquí que lo haría, aunque no me pagarán”.
Hoy hablaba con una compañera y me expresaba justo lo contrario en cuanto a su trabajo. Entonces han vuelto a mí aquellas palabras. O mejor, ese sentimiento que me acompaña siempre, sobre todo, cuando debo tomar una decisión ante un nuevo reto profesional. Siempre me pregunto “¿lo haría, aunque no me pagaran?”.
Es importante vivir de aquello que a una le gusta. Trabajar en algo que ilusione y dé sentido al levantarse cada día a las 6 de la mañana. Como poco, pasamos un tercio de nuestro día trabajando y, si otro tercio lo pasamos durmiendo, se diría que vivimos 8 horas al día. Por eso es tan importante ganarle tiempo a la vida y sentir que vivimos también en nuestro puesto de trabajo.
Hay quien dice que se trabaja simplemente por dinero y que una ya se puede nutrir e ilusionar con lo que le pasa en su entorno privado. Y es cierto que ahí, en lo personal, es donde debemos encontrar gran parte de nuestro “alimento motivacional” para seguir adelante. Sin embargo, se puede ganar mucho más cuando en lo laboral te dedicas a algo que te apasiona. Ganar y, sobre todo, no perder. Porque pasar la semana dedicándose a algo que no gusta es una práctica peligrosa. De hecho, si la insatisfacción laboral se alarga en el tiempo se puede convertir en una carga insoportable. Un riesgo que en el peor de los casos desemboca en enfermedad.
Naturalmente hay situaciones en las que se puede elegir poco (apuntar que ya no acepto sin condiciones aquello de “querer es poder”). Pero trazar una hoja de ruta sirve. Tener un fin que satisfaga, aunque para ello haya que acogerse por un tiempo a medios que quizá no nos gusten tanto, es útil. Medios que hay que abrazar y tomar cariño, aunque no gusten demasiado. Incluso disfrutarlos porque sabes que vas hacia otro sitio y te acercan a ese lugar en el que contestar afirmativamente a mi pregunta. A ese trabajo que ofrece algo que realmente te “mueve” y que se convierte en una especie de hobby. Lugar en el que se le gana tiempo a la vida.